domingo, 13 de noviembre de 2011

Sin piedad

Tonto he sido. Un amigo ha muerto a manos de aquellos que yo he defendido. Él fue un joven noble, de principios y justo, no merecía morir, "Un gran hombre". No puedo olvidar los gritos de la madre, la soledad del padre y el coraje de los hermanos, familiares y amigos, "Malditos aquellos que le arrancaron la vida", "Ellos no tienen corazón". Desde su muerte, no hay día que no dejo de pensar; ¿Qué hizo él para merecer tal muerte?, solo era un joven, toda una vida por delante.
La causa de su muerte: desmembración, "hijos de perra", no dejaron ni siquiera un cuerpo a que llorarle. Cuando un amigo se va, solo quedan los recuerdos y los momentos placenteros; hoy le lloro a tú cuerpo caído, a un corazón noble, mas no a tu espíritu. Juro vengarme de esos desgraciados, prometo que pagaran con sangre todo lo que te hicieron.
Tengo un objetivo ahora, destruir a esas ratas, pero no antes de hacerlas sufrir. Abuelos, padres e hijos, pagaran.
Hoy me llego una familia, "de esas ratas", pidiendo ayuda, pues los buscan para mandarlos a los campos de trabajo de chihuahua. Escuche a la familia, pero no me dio lastima, solo pensaba en venganza. Les dije que esperaran en mi oficina, Salí del cuarto, me dirigí al teléfono. En ese trayecto, pensé si estaba haciendo lo mejor, pero mi odio, no me permitía ver las cosas con claridad. Cuando llegue al teléfono, llame a la policía, cuando se trata de esos temas, la policía actúa rápidamente, yo creo que es lo único que no ha cambiado. Al llegar la policía, me preguntaron; ¿Dónde están los malnacidos?, yo respondí, "en mi oficina". Las personas intentaron huir, lo único que provocaron fue que les golpearan. Cuando la familia estaba en la patrulla, el padre me volteo a ver, yo solo agache la cabeza, pero no crean por vergüenza; no quería que me viera riéndome. Yo daba la vida por ellos, les ofreci mi ayuda, casi pierdo mi libertad, hasta mi casa le ofrecí, y ellos como me pagaron; matando a uno de mis mejores amigos. Ellos creen que después de lo que hicieron los voy ayudar, están pendejos. Si claro los voy ayudar, pero a morirse, porque solo sirven para eso. Entrada la tarde, fui a la universidad. Me encontré a un compañero que le decían el Greñas, y a su novio el Punk, "un par de maricones". Al platicar con ellos, me comentaron que necesitaban ayuda, pues el Punk, no tenía papeles. Yo les dije que no podía hacer nada para ayudarlos, me suplicaron, hasta el Greñas lloro. Ya cansado, les dije, que no los ayudare, que me dejaran en paz, solo me di la vuelta y los deje ahí. De verdad estoy disfrutando hacer sufrir a la gente, o mejor dicho a los desterrados.

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